viernes, 20 de mayo de 2011

Cádiz (3/3), Agotado por el viento

... Y ustedes dirán, que tío más pesado con el tema del viento!.
Al viento lo llaman "el enemigo invisible", y sin ánimos de mitificar, cuando lo sufres te das cuenta de cuanta verdad hay en esa definición. El tema es que salvo en algunos recodos de la Vía Verde de la Sierra -que va ofreciendo lugares a sotavento (al resguardo del viento), siendo afortunadamente uno de ellos el cortijo abandonado donde pasé la noche-, desde que desembarqué en Cádiz lo tuve presente durante 3 jornadas, y aún lo tendría 2 más, y la verdad es que acabas un poquito "hasta el moño". Este día solo hago 43 kilómetros, cuando la media diaria de esta parte del viaje fue de 72 kms. Esto solo es un dato de lo impredecible que se vuelve todo cuando Eolo se invita él solito a la fiesta. Agotado, paso la noche en una especie de alpendre-almacén que hay al lado de la carretera, en medio de ninguna parte, con pinta de ser frecuentado por sus usuarios. Tiene la puerta abierta y espero en las afueras, por si aparece alguien a quien pedirle permiso. Hacia las 21,30 horas, paso y me acomodo. Despliego el mínimo del equipo y me preparo una cena fría. Poco descanso entre la cercanía de la carretera y el azote que no cesa. Como escribió alguien por ahí, esta fue "una mala noche en una mala posada".
Al día siguiente recojo con rapidez y antes de las 08,00 horas estoy en marcha. No apareció nadie, mejor!.
Por aquello de curarse en salud -y más viajando solo-, a la hora de pasar la noche procuro evitar situaciones que puedan complicarse solas: Cercanías de carreteras con tráfico, las afueras de ciudades o pueblos grandes, incluso pequeños si es viernes o sábado por la noche. El "botellón" es lamentablemente una práctica bastante extendida en nuestro país, que aparte de dejar los sitios lleno de botellas rotas, al personal lo vuelve impredecible.

                                          (1/6) Lo que se ve cruzado en la puerta son los "pulpos" que utilizo para aferrar el material al transportín o al carro. Obviamente no bloque la entrada!. Sí la retrasa, brindándote algo de tiempo para reaccionar. Hay que curarse en salud cuando andas en la zona gris, nunca se sabe.

                                          (2/6) Esta noche, equipo mínimo. No despliego el saco. Por suerte la temperatura es buena. Durmiendo vestido y con el saco sábana es suficiente.

                                          (3/6) El interior albergaba material de obra. El suelo estaba lleno de arena, que alisé para hacerme un hueco. tambien habían excrementos de ratas, que a juzgar por su tamaño, debían tener hasta "trienios". No aparecieron.

                                          (4/6) Agotado y expectante toda la noche.

                                          (5/6) Con la luz del nuevo dia, se ve todo con otro cariz.

                                          (6/6) Listo para irme.

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